La tradicional romería de la Candelaria es una fiesta en la que se unen la alegría y la devoción de los alhameños hacia la Virgen. La salida de la parroquia de San Lázaro, la parada obligatoria en la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción y el trayecto hasta el monte “Collao” ha estado acompañada en todo momento por las rondallas ‘Aires de Espuña’ y ‘el Taller de música de Sonata’, que han llenado las calles de alegría y han conseguido que los vecinos bailen, canten y gocen de este día tan primaveral. La comida tampoco ha faltado durante la romería gracias a las paradas durante el trayecto, primero en casa de Carmen de 85 años, que ha ofrecido frutos secos y porrón de vino, tradición que conserva desde hace 30 años. La segunda parada ha sido en casa de la numerosa familia de Cristóbal Benedicto alias ‘el Sarteno’ que han ofrecido bebidas, bocadillos, rosco de bizcocho y pinchos de tortilla para todos los romeros. Del mismo modo, en la última parada de la Virgen ‘la casa del Coino’ ha ofrecido torta de pimentón con sardina, bizcocho y bocadillos. Al llegar al monte esperaba a los peregrinos una gran paella que ha repartido casi mil raciones de arroz. Los vecinos han disfrutado del día en el monte y de la Virgen de la Candelaria, que descansa ya en la ermita que da honor a su nombre.